Dimensión Etica del Docente Universitario

Hablar de las Dimensiones Éticas del Docente universitario es enfrentarnos a una realidad histórica como proyecto colectivo. Donde ser los elementos más importantes en la transferencia de conocimientos y valores en el seno de la sociedad que requiere una sólida formación profesional y de suficientes incentivos como para dedicarle pensamiento e interés a la tarea de enseñar.

Es claro y preciso que el docente universitario deba iinvolucrar su persona y su vida en principios éticos propios, en el cual se maximice su autoestima, defina los criterios y valores que desee que guíen su existencia y su accionar, en aras de que la vida adquiera un sentido pleno y una dirección concreta.

Elementos deben permanecer en la personalidad del docente:

**Vivir es desarrollarse, crecer, proyectarse y realizarse.
**La vida trae consigo la necesidad de una realización personal.

La ética como Arte del Enseñanza expresada.

Todo arte y toda investigación científica, lo mismo que toda acción y elección parecen tender a algún bien; y por ello definieron con toda pulcritud el bien los que dijeron ser aquello a lo que todas las cosas aspiran". ("Ética a Nicómaco", libro 1,1).

Siendo como son en gran número las acciones y las artes y ciencias, muchos serán por consiguiente los fines. Así, el fin de la medicina es la salud; el de la construcción naval, el navío; el de la estrategia, la victoria, y el de la ciencia económica, la riqueza, y agregar, que en el maestro es la búsqueda de una vida elevada, conseguida por medio de la educación.

La ética del profesor ha de buscar que el hombre sea pregunta radical sobre sí mismo, donde se vea como un proyecto como realizar, en pensamientos de Ortega y Gasset, “Somos Historia por Hacer”.

Es el maestro el que con las cirscuntancias de la educación y forma de ser, con sus límites y obstáculos, el que construye el marco o base de concientización de plena libertad que hacen en el estudiante y en su propia persona, resurgir la exigencia de superación.

Mientras que parece que algunos hombres se igualan a los animales, porque al parecer tienen su existencia resuelta, en el maestro no ha de ser así, pues siempre tiene una intención y objeto mayor, el de ser guía de exaltación a un guión que nos permita mirar las alturas de las cumbres del saber y llegar a ellas.

La ética en el docente universitario tiene una mirada antropocéntrica, donde el hombre se convierta en principio, centro y fin de la misma. Pues claro está, ya que la ética es fruto del acuerdo de los hombres, en otras palabras no es religión.

Si caeríamos en mentalidad de que la realidad es un reflejo del pensamiento, el maestro es el que debe limpiar las líneas que le guíen a conseguir su fin, donde no se traicionen las intenciones de ser sí mismo, es decir, buscar una enseñanza que no saquen al hombre de lo que es él, dirá Ortega, “Mientras el tigre no puede destigrarse, el hombre vive en riesgo permanente de deshumanizarse”.

La autoformación, hace muestras del mismo ser del hombre, del ser del docente, por tanto, esta ha de ser el esfuerzo libre y consciente que tiene por finalidad desarrollar e integrar plenamente la personalidad en si misma y en sus relaciones.

El maestro es el agente integral del principio de auto educación, acompañante incesante, de personalidad a aprovechar los ambientes favorables y los adversos superarlos.

Elementos que ayuden al docente en una buena formación ética:

Ø Observancia personal. (Conocerse asimismo)

Ø Revisar los fines a alcanzar.

Ø Análisis de pensamiento Consecuencial. Capacidad de ver las consecuencias de nuestras actitudes y comportamientos.

En suma, el hablar de las dimensiones éticas del docente universitarios, es preciso afirmar que esto implica encarar la cuestión propiamente humana, ya que la persona es el ser que depende de sus propias decisiones, no solamente para vivir placenteramente, sino también para construir su propia identidad.

De hecho, la naturaleza humana no se adentra a simples postulados de intelectualidad, sino que tiene un fin de sentido, que aunque nunca alcanzables mantienen al hombre vivo.

El maestro ha de buscar que el alumno se pregunte por su propio existir, que se preocupe por su ser, por su realización, es decir, que la dimensiones éticas de la persona es la capacidad de realización en la vida, como resultado de un actuar libre y responsable, asumiendo su libertad en función de su propia realización.

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